España ha logrado ser la primera clasificada para la gran final del mundial de fútbol sala 2012 tras vencer en su enfrentamiento a Italia, que venía de dejar fuera a la fuerte selección portuguesa de Richardinho.
Como se esperaba, no fue un partido fácil para el combinado español ya que a pesar de ser superior técnica y tácticamente, como ha demostrado durante el partido, Italia es una potente selección que sabe explotar sus cualidades al máximo y aprovechar los momentos de debilidad del rival.
De hecho así trancurrió el partido, domino predominante de "La Roja" que logró adelantarse en el minuto 11 y llegar al descanso con el 1 a 0 en el marcador con un gol en propia puerta de Saad, que tras un despeje fallido introdujo la pelota en la meta de Mammarella.
Y así continuo la segunda parte, con una selección española que dejó pasar buenas oportunidades para encarrilar la eliminatoria así como sendos tiros al palo de Fernandao de bonita vaselina y Miguelín de un fuerte disparo cruzado. El caso es que en el fútbol sala, al igual que el fútbol, se cumple la máxima de "el que perdona, la paga" y más si tienes en frente a una selección como la italiana, auténtica especialista en este arte y en aprovechar los momentos de baja intensidad de su rival, que consiguió empatar el choque en el minuto 30 a través de Merlim.
Como se esperaba, no fue un partido fácil para el combinado español ya que a pesar de ser superior técnica y tácticamente, como ha demostrado durante el partido, Italia es una potente selección que sabe explotar sus cualidades al máximo y aprovechar los momentos de debilidad del rival.
De hecho así trancurrió el partido, domino predominante de "La Roja" que logró adelantarse en el minuto 11 y llegar al descanso con el 1 a 0 en el marcador con un gol en propia puerta de Saad, que tras un despeje fallido introdujo la pelota en la meta de Mammarella.
Y así continuo la segunda parte, con una selección española que dejó pasar buenas oportunidades para encarrilar la eliminatoria así como sendos tiros al palo de Fernandao de bonita vaselina y Miguelín de un fuerte disparo cruzado. El caso es que en el fútbol sala, al igual que el fútbol, se cumple la máxima de "el que perdona, la paga" y más si tienes en frente a una selección como la italiana, auténtica especialista en este arte y en aprovechar los momentos de baja intensidad de su rival, que consiguió empatar el choque en el minuto 30 a través de Merlim.
